(escuchar canción mientras leen y denle a mas para ver el reproductor)
En el más central y extenso valle de la costa del Perú, bajo un cielo apacible y sereno, en las riberas del Río Rímac, el 18 de Enero de 1535, fue fundada la ciudad de Lima. Cumple hoy 475 años de fundación.
Fue llamada Ciudad de los Reyes por el conquistador Francisco Pizarro. Hoy, aquella misma ciudad que surgió sobre las tierras del cacique indígena Taulichusco, es una metrópoli de más de 7 millones de habitantes(la mayoría en SJL), que conserva con orgullo sus conventos y casonas coloniales, símbolos de su añeja e hidalga tradición.
Declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, por ser un remanso encantador de una época pasada, copado de incomparables monumentos artísticos que se confluyen con las edificaciones modernas y ritmo acelerado de las grandes urbes.
De las "Tradiciones Peruanas", del ilustre escritor Ricardo Palma, tomamos lo que eran los pregones en Lima:
"A las seis de la mañana pasaba la lechera.
A las siete en punto la tisanera y la chichera de terranova.
A las ocho, ni un minuto más, ni un minuto menos, el bizcochero y
la vendedora de leche-vinagre, que gritaba: ¡ A la cuajadita!.
A las nueve, hora de Canónigos, la vendedora de Zanguito de ñanjú y
choncholíes.
A las diez la tamalera.
A las once pasaban la melonera y la mulata de convento vendiendo
Ranfañote, cocada, bocado de Rey, Chancaquitas de cancha y de maní
y frejoles colados.
A las doce aparecían el frutero de canasta llena y el proveedor de empanaditas de picadillo.
La una era indefectiblemente señalada por el vendedor de ante con ante, arrocera y el alfajorero.
A las dos de la tarde, la picaronera, el humitero, y el de la rica causa de Trujillo.
A las tres el melcochero, la turronero y el anticuchero.
A las cuatro gritaban la picantera y el de la piñita de nuez.
A las cinco chillaban el jazminero, el de las karamanducas y el vendedor de
flores de trapo que gritaba: "¡ jardín, jardín , muchacha..¿no hueles?"
A las seis canturreaban el raicero y el galletero.
A las siete pregonaban el caramelero, la mazamorrera y la champucera.
A las ocho, el heladero y el barquillero.
Aún a las nueve de la noche, junto con el toque de cubrefuego, el animero o el
sacristán que de la parroquia salía con capa colorada y farolito en la mano
pidiendo para las ánimas benditas del purgatorio o para la cena de Nuestro
no soy de esas generaciones, pero mis padres y tios siempre que podían me contaban de como era lima la antigua
Aca un explicacion brebe de los personajes de lima la antigua,
LA TISANERA
La vendedora de tisanas ofrecía una bebida con pequeños trozos de cáscaras de piña o de limón. La tisanera ocupaba la segunda escala de los vendedores de refrescos.
La tisanera se ubicaba en plazas, plazoletas, mercados y lugares públicos, al lado de una enorme olla de barro metida en una canasta de caña entretejida.
Habían tisaneras ambulantes con la olla encanastada en la cabeza y otras jaladas por un borrico; y se anunciaban con su pregón:
"¡¡la tisanera se va!....tiisaaana con nieve!!"
LA CHAMPUCERA
La champucera se estacionaba en las puertas de las tiendas, solares y callejones, con todos los enseres propios de su oficio, como el bracero, la olla, las cucharas de palo y el farolito colgado con una vela de sebo encendida.
En las noches de invierno se expendía el champuz de agrio y un niño a pedido del dueño entonaba esta estrofa:
"Champuz caliente,
vamos con el café limeño muchacha;
el que se come medio, se come un real,
para el colegial:
venid, venid, que ya está:
El cuartillo por delante
y la taza por detrás"
LA LECHERA
Cabalgando en un viejo caballo trotón y llevando a su derecha e izquierda los porongos de lata, la lechera recorría los caseríos en las primeras horas de la mañana, trayendo su producto a Lima desde las haciendas algo distantes, y gritando con voz atiplada :
"¡¡la lechera !!..¡¡la lechera!!"
EL AGUADOR
Antiguamente el pueblo de Lima dependía del aguador, para conseguir este líquido de primera necesidad.
Los aguadores iban a pie o en burro. Los primeros cargaban una pipa pequeña al hombro y los segundos, dos pipas en los lomos del animal.
Recorría las calles expendiendo agua a pie o montado en su burro.
El sonido de una campanilla anunciaba a las criadas que había agua disponible, quienes respondían:
"¡¡aguador, écheme usted un viaje!!".
EL MERCACHIFLE
El mercachifle era un comerciante de menor cuantía, quien salía por las calles con sus atadillos al hombro y gritando:
"¡¡Coca a medio y cuartillo la vara...Damasco para manteles y servilletas...Bramante para sábanas..!!"
Y tantos personajes mas que hoy en dia ya no se ven, a escepcion del los tamaleros que vienen raras veces a las 7 de la noche.
solo me queda decir...
"ESTA ES MI TIERRA, ASI ES MI PERÚ"
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